La ciberseguridad surge como el mayor riesgo para la auditoría interna de las empresas

Carmen-Gloria-Del-VallePwC dio a conocer los resultados de su Estudio Global de Auditoría Interna (AI) 2023, encuesta aplicada a líderes de este campo y sus stakeholders con el objetivo de captar nuevas ideas, estimular el debate y desvelar nuevas oportunidades para que las funciones de AI evolucionen, añadan valor y sigan siendo relevantes.

El informe recogió las opiniones de 4.680 directivos de auditoría interna, directores y ejecutivos de empresa y líderes de segunda línea, en alrededor de 81 países, siendo la mayor muestra desde que se realiza este estudio.

En Chile, se contabilizaron alrededor de 50 respuestas, que reflejan no sólo la urgencia de mejorar las tecnologías y herramientas usadas por las organizaciones, sino que también la de formar a sus equipos y retener talento. “Las ideas que se comparten en este informe pueden ayudar no sólo a los responsables de la AI, sino también a quienes confían en los ‘superpoderes’ de la auditoría para darles confianza y ayudarles a ver el riesgo de otra manera”, comentó Carmen Gloria del Valle, Socia de Consultoría y Asesoría Empresarial de PwC Chile.

La ciberseguridad, el principal riesgo

Las megatendencias están creando un multiverso de riesgos complejo e interconectado. No obstante, la Auditoría Interna (AI) ocupa una posición privilegiada para ayudar a la organización a afrontarlo. Este año, la ciberseguridad destaca como el principal riesgo abordado en el plan de auditoría interna de las organizaciones, tanto en Chile como en el resto del mundo. En este contexto, más de la mitad ya lo ha hecho y existe un 20% a nivel local que planea hacerlo en los próximos años (1 a 3). Lo anterior marca una diferencia frente al resto del mundo, ya que un 4% afirma no tener planes de abordarlo.

Entre las prioridades a abordar en los próximos años, se encuentra la sostenibilidad y el cambio climático, con un 35% en Chile y un 42% a nivel global, seguido de cambios externos como reformas y cumplimiento de las normativas, con un 35% y 39% cada uno, respectivamente.

Por otro lado, la geopolítica (relaciones internacionales, acuerdos comerciales, entre otros) se ubica en el último lugar de prioridades, con solo un 20% que afirma ya haberlo abordado en Chile y un 41% que no tiene planes de hacerlo. Similar a lo que ocurre en el resto del mundo, con un 32% y 23%, respectivamente.

Cuando se trata de riesgos, los líderes de segunda línea tienen un rol fundamental: cuestionar la cobertura en función de las amenazas nuevas o emergentes y entregar nuevas estrategias de colaboración con AI. En Chile, la gran mayoría de la segunda línea tiene funciones enfocadas en cumplimiento (87%) y ciberseguridad (85%), en línea con las prioridades vistas anteriormente. Si bien esta última función es también la prioridad en otros países, el segundo puesto pertenece al control financiero (56%). Actualmente, la función con menor presencia es la de inspección, como salud y seguridad (35% en Chile y 34% en el mundo).

Pese a esto, existe un porcentaje importante (46% en Chile) que afirma tener algo de alineación en ciertos temas, pero de manera ad hoc e insuficiente. A nivel global, la situación es similar, con un 44%. No obstante, un 2% señala no tener ningún tipo de alineación. En Chile no se registraron casos de este tipo.

“Es fundamental que en un escenario cada vez más exigente y cambiante exista una alineación de los objetivos que persiguen las organizaciones con el objeto de todos

contribuir en forma integral a su cumplimiento y no tener una mirada aislada o por silos. Ese quizás sea uno de los principales desafíos que vemos para los equipos de Auditoría Interna hacia los próximos años, agregar valor y anticiparse a la materialización de los riesgos. En tanto, las oportunidades para AI están en añadir valor a sus funciones y apoyarse con tecnología para seguir siendo un apoyo relevante en las organizaciones”, sostiene Del Valle.

Acelerar la competencia tecnológica

El avance de la Inteligencia Artificial (IA) en el último tiempo está redefiniendo lo que es posible para las organizaciones, las funciones empresariales y los individuos. Los directivos de Auditoría Interna llevan años debatiendo el valor potencial de la automatización y la IA, pero sólo un 20% en Chile afirma haber invertido en ella en el último año y un 37% dice que lo hará en 1 a 3 años.

A diferencia de aquello, más de la mitad de los encuestados ya ha invertido en la utilización de herramientas de GRC y aplicaciones ERP (54%) y en la formación de los miembros

del equipo de AI en tecnología y datos (52%).

De cara al futuro, el foco de inversión está puesto en las herramientas y recursos de análisis de datos (54%) y, nuevamente, en la formación del equipo de AI (52%).

Las competencias tecnológicas seguirán siendo fundamentales para los equipos de Auditoría Interna, y si bien deben seguir evolucionando, también deben equilibrarse con el lado humano de la ecuación.

Entre los atributos importantes que generalmente demuestran los departamentos de AI en Chile figuran: la comunicación con confianza e impacto con la empresa y stakeholders (78%); la entrega de información relevante para resolver problemas del negocio (70%); y el uso de datos y análisis para optimizar la ejecución de auditorías (65%).

En el lado contrario, lo que no se demuestra es: el uso de modelos de talento innovadores (43%); la generación de nuevas ideas empresariales (33%); y el liderazgo en debates sobre transformación digital (30%).

¿Cómo describe a su departamento de Auditoría Interna?

Por otro lado, la encuesta de PwC muestra que, si bien la mayoría de las organizaciones consideran que su AI es actualmente un “solucionador de problemas” (20% en Chile versus 30% global), o un “proveedor de garantías” (33% en Chile versus 30% global), cada vez son más las que desean que la AI se convierta en un “asesor de confianza” en los próximos tres años (74% en Chile versus 35% global).

Dificultades para atraer y retener el talento

El papel de la Auditoría Interna a la hora de ofrecer seguridad y confianza es el común denominador en cualquier nivel de madurez: es fundamental. La diferencia entre el éxito y el fracaso, entre el valor y la irrelevancia, se reduce a la eficacia con la que AI puede entender lo que quieren sus stakeholders y derribar las barreras para atraer y retener el talento humano en toda la organización.

Independientemente de que el talento provenga de dentro o fuera, la mayoría de los directivos de AI coinciden en que encontrarlo y mantenerlo es todo un reto. En Chile, uno de los mayores obstáculos es la imposibilidad de ofrecer compensaciones económicas e incentivos (43%), mientras que en el resto del mundo, es la escasez de personas con las competencias especializadas necesarias (40%).

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