· En la primera sesión del 2024, el ministro Cataldo sostuvo que la reactivación educativa “es una tarea permanente, cotidiana del Mineduc. El sistema educativo está demostrando tener una alta resiliencia, tenemos la oportunidad de transitar a un acuerdo que le dé continuidad a este plan con un horizonte de 10 años. Es necesario para que el sistema educativo se consolide”.
Un balance de lo realizado durante el año 2023 y las proyecciones para este año fue el foco de la sesión del Consejo para la Reactivación Educativa que este jueves se desarrolló en la sala Creaciones del Ministerio de Educación. En la reunión se revisaron las diversas acciones que conforman los ejes principales del Plan de Reactivación Educativa y se escucharon las palabras de cada uno de los consejeros respecto a las necesidades educativas para este año.
Al dar la bienvenida al encuentro, el ministro Nicolás Cataldo señaló que “lo relevante es que retomamos un camino”. Aludió a los resultados del Simce 2023 dados a conocer recientemente, indicando que “marcan un horizonte, un avance en los aprendizajes. La perspectiva de la reactivación es que es una política pública que tiene que cumplir metas hoy, pero también tiene que proyectar desafíos para el país hacia el futuro”. Respecto de esta mirada de mediano y largo plazo, recordó que “lo mencioné en la primea reunión que sostuvimos; sigo reafirmándolo, porque es la oportunidad para poder proyectar políticas públicas que se sostengan en el tiempo, que permitan trazar un horizonte hacia donde queramos llegar”.
En tanto, la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, reafirmó que la reactivación educativa “es una causa país, con una perspectiva de largo plazo” y que la proyección del sistema educativo no debe ser “sólo pensando en volver a los índices que teníamos previo a la pandemia, sino que pensando en dar el salto que la educación de nuestro país necesita para avanzar en el resguardo del derecho a la educación”. Destacó que “la pandemia nos dio la oportunidad para parar y revisar el sistema. Y reactivarlo desde otra perspectiva, para no volver a lo mismo que había antes”. Además, valoró a las comunidades educativas, que “han tenido resiliencia para sostener el impacto de la pandemia y recuperarse, hay compromiso e involucramiento con el proceso”.
Foco 2024 en recuperación y mejora
Por su parte, el secretario ejecutivo del Plan de Reactivación Educativa, Joaquín Walker, indicó que “mantenemos la reactivación como una prioridad ministerial, consolidamos y potenciamos proyectos clave y creamos proyectos nuevos, en línea con lo expuesto por el Consejo. Además, ampliamos nuestro horizonte de metas al término de gobierno, para avanzar tano a la recuperación como a la mejora educativa”.
Así, las autoridades informaron que para el 2034 se proyecta aumentar la percepción de protección de estudiantes, considerando como indicador la escala de victimización que fue aplicada por la Agencia de Calidad de la Educación a través de los cuestionarios de calidad y contexto, y también incrementar la percepción de bienestar de estudiantes, considerando como indicador la escala de sentido de pertenencia, aplicada por la misma agencia.
También con un horizonte a diez años, se propone que “en matemática y lenguaje, el país logre sacar a todos los estudiantes de categoría insuficiente en cuarto básico, y disminuir la proporción en segundo medio del 51% (matemática) y 50% (lenguaje) al 18%”. Para la proyección de las metas de asistencia promedio, “se propone llegar al 90% el 2026 y al 94% al 2034. En cuanto a la tasa de permanencia, se buscará alcanzar el 2026 el mejor resultado obtenido antes de la pandemia por establecimientos que reciben subvención del Estado, “es decir, el 98,7% logrado el 2019. Para el 2034, la meta es llegar al 99,3%”.
Walker señaló que el Plan de Reactivación 2024 cuenta con 10 proyectos destacados. Entre ellos, el Plan Nacional de Tutorías este año quintuplicará su alcance para beneficiar a 110 mil estudiantes. También destacó la puesta en marcha del Sistema de Monitoreo de Trayectoria Educativa y Alerta Temprana, que cuenta con el apoyo del BID como asesor técnico y fue seleccionado por el Fondo Global para el Desarrollo de Evaluaciones Piloto e Impacto en el marco de proyectos de política pública asociados a innovación que tienen un alto potencial de impacto. Este sistema “pone información a disposición de los diferentes actores del sistema educativo; y tiene como propósito asegurar el seguimiento y monitoreo oportuno de las trayectorias e indicadores educativos claves del estudiantado desde una dimensión longitudinal, además de la identificación y alerta temprana de las y los alumnos que se encuentran en situaciones de riesgo de interrupción de sus trayectorias educativas”.
“Como ministerio hemos planteado un norte, al cual queremos avanzar en distintas metas. Por ejemplo, hemos propuesto en materia de aprendizajes avanzar hacia una meta al 2034 de rezago cero. No queremos que ningún estudiante quede atrás”, cerró Joaquín Walker.
Al concluir la sesión, la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia destacó que “hemos conversado respecto a los resultados del Simce, que han mostrado un importante aumento y hemos revisado metas de largo plazo, considerando distintos indicadores, vinculados a bienestar y protección en la escuela, a aprendizajes y a asistencia y revinculación. Quiero agradecer a todas las personas que son parte de este consejo, por su compromiso y dedicación, por la mirada país que tienen respecto a los desafíos en educación y queremos hacer el llamado a seguir trabajando conjuntamente por la reactivación educativa en nuestro país”.
Por su parte, el ministro Nicolás Cataldo afirmó que la apuesta ministerial es convertir a la reactivación educativa “en una tarea permanente, cotidiana del Mineduc. El sistema educativo está demostrando tener una alta resiliencia. Tenemos la oportunidad de transitar un acuerdo que le dé continuidad a este plan con un horizonte de 10 años. Es necesario para que el sistema educativo se consolide”.
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