Denis Muñoz, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Andrés Bello, sede Concepción, explica la importancia de tomar algunas medidas en cuanto a reducir nuestro consumo y tratar de ahorrar. ¿Cómo hacerlo?
Fin de año no es fácil y más cuando los bolsillos en Chile se han resentido en el último tiempo.
Las recesiones normalmente se caracterizan por una caída en la demanda de bienes y servicios y producción, que son acompañadas de despidos masivos de trabajadores, lo cual genera una caída en el consumo nuevamente.
“Este proceso puede durar algunos años, para posteriormente volver a un auge económico. Por lo tanto, la economía es un proceso cíclico de periodos de expansión y recesión (Auge y caída)”, explica Denis Muñoz, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Andrés Bello, sede Concepción.
Debido a las características cíclicas de la economía el ahorro es de vital importancia para hacer frente a condiciones económicas inestable. No obstante, los hogares chilenos al tener un alto nivel de endeudamiento no logran ahorrar lo suficiente.
“Considerando que esta recesión será la más grande que hemos experimentado en las últimas décadas, debemos comenzar a reducir nuestro consumo y acumular ahorro lo antes posible, ya que lo que más se vuelve escaso en una recesión es la liquidez y el activo más líquido que existe es el dinero circulante o en otras palabras el dinero en efectivo”, dice el experto.
Muchas personas que tienen intenciones de ahorrar llegan a fin de mes y se dan cuenta que su salario nuevamente no les alcanzó para ahorrar. “Para explicar esto debemos entender una valoración esencial del ser humano ‘más vale menos y menos vale más’. El ser humano cuando ve mucho de algún bien lo valora poco y cuando ve poco de este lo valora bastante. Cuando tenemos todo el dinero de nuestro salario y se inicia el mes, el dinero se nos escurre de las manos fácilmente. Esto ocurre porque tengo más y, por lo tanto, vale menos”, detalla Muñoz.
Según subraya el académico de la UNAB, “cuando llegamos al final del mes, con los últimos billetes, tengo menos y el dinero se cuida más (vale más). Si nosotros pensamos en el ahorro como un bien y de esta forma poder compararlo con las múltiples necesidades que tiene un individuo, sería un bien de lujo. Si no ahorro no me muero, no es una bien de primera necesidad, es para consumir o invertir en el futuro”.
Estrategia
¿Qué hacer, entonces, para lograr ahorrar en tiempos difíciles? El docente de la Facultad de Economía y Negocios de la UNAB, sede Concepción, advierte que “si ahorras al final del proceso no lograras tu objetivo, en ese momento tu dinero vale más y no lo destinarás al ahorro que es un bien de lujo (priorizarás lo esencial). De esta forma la estrategia óptima consiste en ahorrar al principio del mes cuando tu dinero vale menos y es probable destinarlo a un bien como el ahorro, el cual será utilizado en el futuro”.
Denis Muñoz entrega otras sugerencias como:
Comprar dólares u oro, los cuales sirven de refugio en tiempos de crisis económica. “Un dato importante es que el precio del dólar en 1980 era de 39 pesos chilenos, en estos momentos el precio del dólar está en torno a los 879 pesos chilenos, lo cual demuestra que a largo plazo el precio del dólar tiene una tendencia alcista. Además, al estar tus ahorros en otra moneda impide que lo gastes fácilmente”.
Cuando asista al supermercado lleve una lista para evitar tentaciones de último minuto y compras innecesarias, junto con un presupuesto establecido. “En productos como las verduras, busque alternativas más económicas, como por ejemplo las ferias libres o emprendedores”.
Volver a utilizar el efectivo, “ya que en recesiones grandes las instituciones financieras pueden quedar sin liquidez y pueden estar en riesgo tus depósitos. Tenemos casos de conocidos en 2023 de bancos que en diferentes partes del mundo han quebrado o presentado problemas de liquidez, por lo que procura mantener efectivo contigo. Además, cuando pagas con efectivo, sientes el costo de la transacción, lo que te sacia y permite postergar compras futuras”.
Preferir comprar bienes de consumo con ahorro en vez de deuda aumenta nuestro bienestar. “Cuando compro el bien con deuda, lo obtengo y mi deseo por el disminuye con el paso del tiempo. Después de esto, con una valoración claramente decreciente por el bien, me enfrento a todas las cuotas que debo pagar (las cuales no decrecen al igual que el deseo por el bien). Por otra parte, cuando compro con ahorro construyo un camino hacia la obtención del bien, lo cual genera una mayor valoración de éste, no obstante, después de esto la valoración por el bien comenzará a bajar, pero ya lo pagué. De esta forma, nos damos cuenta que comprar un bien de consumo con ahorro nos genera más bienestar que si lo compramos con deuda, ya que si los compras con deuda estas pagando algo que ya no deseas y será desagradable”.
Finalmente, el académico de la UNAB es categórico al afirmar que “las recesiones económicas tienen principio y fin, por lo que debemos ser optimistas, ya que la historia demuestra que siempre los países se recuperan de estos episodios. A su vez, estos periodos difíciles sirven para cambiar los mecanismos de consumo y ahorro que hemos utilizado anteriormente, si el endeudamiento no nos permite ahorrar, debemos modificar el método”.
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