Académico Medicina Veterinaria
Hospital Clínico Veterinario
Universidad Andrés Bello
Nuestras mascotas se ven realmente afectadas cuando su temperatura corporal aumenta bruscamente. Es lamentable leer o escuchar noticias de animales que llegan a perder la vida por descuido y/o falta de conocimiento respecto a la práctica de dejarlos dentro de un automóvil a pleno sol o bien con temperaturas elevadas. Y es que es tan solo se necesitan un par de minutos para que esta irresponsable práctica las ponga en riesgo.
Es necesario conocer que la temperatura corporal normal de nuestras mascotas oscila entre los 38-39 grados Celsius, ahora si pensamos en que este se encuentra encerrado dentro del automóvil con una temperatura exterior de 22°grados , este espacio fácilmente puede llegar a alcanzar 47° grados Celsius en tan solo una hora, esto debido a que los cristales del automóvil convierten la luz en calor, sumado a esto la escasa cantidad de aire dentro del habitáculo, hace que la temperatura del animal suba rápidamente sufriendo un golpe de calor, el cual afecta grave e irreversiblemente a sus órganos internos, pudiendo causar la muerte en pocos minutos.
Cuando un perro aumenta su temperatura corporal, aumentará el ritmo cardiaco abriendo los capilares de la piel para perder más calor, comenzará a jadear para bajar la temperatura a través de las mucosas de su boca y nariz, y en algunos casos quizá lama su cuerpo para tratar de enfriarlo por evaporación. De ahí que haya una serie de síntomas que pueden alertarnos de que nuestro perro está sufriendo un golpe de calor.
Su respiración se hará rápida, con nerviosismo y presentará excesiva salivación (babeo). Pueden a presentar pérdida de equilibrio, incoordinación, temblores, espasmos, debilidad, desmayos. Pueden presentar irritabilidad Y/o agresividad, convulsiones.
La coloración de sus encías cambiara, normalmente debemos observarlas rosadas y brillantes, pero en condiciones de shock pueden volverse más oscuras, en ocasiones azulosas debido a la falta de oxigenación.
Ante una emergencia de este tipo siempre es importante mantener la calma y actuar rápidamente. Lo más propicio es acudir lo más pronto posible con la mascota afectada a la clínica veterinaria, pero también hay tratamientos de emergencia que podemos aplicar nosotros mismos y que pueden sacar del riesgo vital a la mascota.
En primer lugar, es bajar la temperatura manteniéndolo en un lugar fresco, proporcionar agua fresca y limpia. Humedecer la zona del vientre, extremidades y almohadillas, es importante no recurrir a mojarlo con agua muy fría, esto podría hacer descender la temperatura muy bruscamente y generar el efecto contrario desestabilizando a nuestra mascota.
Es importante en todo momento proporcionar agua fresca y limpia al alcance, evitar la exposición al sol de nuestras mascotas, es preferible mantenerlos dentro de casa, en lugar ventilado y fresco a realizar paseos en horas de altas temperaturas. Siempre es mejor realizar salidas o paseos junto a nuestra mascota en horas frescas, temprano por la mañana o al atardecer. Y lo más importante nunca pero nunca dejarlos encerrados en los automóviles en temporadas de altas temperaturas, por más corto que sea el dejarlo encerrado puede ser la decisión más riesgosa y ponerlos en peligro vital.
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