Enfermedad asociada a la adolescencia, también afecta al 35% de mujeres de entre 30 a 39 años y al 26% de entre los 40 y 49 años, según la Academia Americana de Dermatología.
Especialistas señalan que en la etapa adulta los efectos psicológicos del acné impactan más fuerte a las mujeres, tanto en su vida personal como laboral, ya que muchas de ellas, nunca tuvieron brotes de esta enfermedad en la adolescencia.
Junio es el mes de la concientización del acné, por eso la necesidad de visibilizar este problema de salud, que impacta física y emocionalmente a tantas mujeres en el mundo.
El acné es el fantasma de millones de adolescentes en el mundo, el 90% de ellos lo padecen o padecerán antes de los 25 años, y está tan normalizado, que muchas personas ni siquiera saben que es una enfermedad, y como tal, necesita tratamiento desde su incipiente aparición. Según la Sociedad Chilena de Dermatología y Venerología (Sochiderm), afecta a más del 85% de la población general.
“Hay que desmitificar que el acné sólo aparece en la adolescencia, yo veo muchísimo acné en la mujer adulta, es un diagnóstico muy frecuente. Es recurrente que veamos estos casos a los treinta y tantos, cuarenta, o cuarenta y cinco años, sobre todo, brotes por cambios hormonales, aunque las causas son multifactoriales”, señala la doctora Elizabeth Valle, dermatóloga de Clínica Maat.
Esta enfermedad inflamatoria crónica de la piel, afecta según el Departamento de Dermatología de la Universidad Católica, al 54% de las mujeres en edad adulta, es decir mayores de 25 años. Puede ser persistente, cuando existe desde la adolescencia y vuelve a aparecer, pero cada vez son más los casos de mujeres que ven brotar su rostro con acné por primera vez en la edad adulta.
María José es publicista, tiene 43 años y confiesa que, como muchas mujeres, sólo veía una espinilla en su cara, antes de la llegada de su período menstrual. Sin embargo, esto cambió notoriamente hace tres meses: “Esa espinillita no se fue y comenzaron a aparecer muchos granos desde mi pómulo izquierdo hacia la pera, tuve un notorio brote de acné”.
El caso de María José no es aislado, ocurre con frecuencia después de los 40 años, incluso la Academia Americana de Dermatología, entrega una estadística que sorprende: una de cada seis mujeres de 50 años o más, padece acné, esto aunque la mayoría de los casos en adultos se da entre los 30 y los 45 años.
“Las causas más frecuentes son trastornos hormonales, cambio de método anticonceptivo o suspensión de éstos. Es muy común que las mujeres que toman por años anticonceptivos los suspendan, y aproximadamente a los tres meses estén con brotes de acné o lesiones inflamatorias. También veo casos que aparecen durante el embarazo, otros por el uso de maquillaje oclusivo o productos cosméticos, alimentación, otros como efectos de ingesta de algunos medicamentos y últimamente muchos casos por estrés”, dice la Dra. Valle.
Esto es lo que ocurrió con María José: “Este brote de acné lo atribuyo a que he vivido varios episodios de estrés bastante importantes en el último tiempo. Por mi trabajo, esta época del año es complicada, también me enfermé, tuve una baja de defensas grande, y a eso se sumaron enfermedades de mis niños, algo así como un estrés post traumático”. El acné en las mujeres de edad adulta, se localiza en zonas distintas que el acné en la adolescencia. Sus lesiones -que pueden ser nodulares, profundas e inflamatorias-aparecen en el tercio inferior de la cara, es decir mentón, ángulos mandibulares y cuello superior, lo que genera gran impacto en la autoestima de las mujeres, que no imaginan tener que lidiar con esta enfermedad después de la adolescencia.
“Yo no me maquillo, sólo uso protector solar con color, pero ahora con estos brotes me tengo que obligar a usar maquillaje porque trabajo en contacto con personas. Me tengo que poner un primer antes, después un tapa imperfecciones y polvo, porque además del volumen de los granos, tienen coloraciones distintas, unos son súper rojos, otros amarillos. En lo personal, tener esta rutina es muy agotador, porque no sólo es el maquillaje, sino todo lo que hay que hacer para desmaquillarse y dejar la cara limpia. Esto te afecta harto, de hecho, en un momento llegué a pensar que ojalá volvieran las mascarillas para taparme”
La Dra. Valle recalca lo importante del diagnóstico y manejo precoz, ya que el acné puede complicarse y dejar cicatrices profundas, marcas o manchas.
“Recomiendo a las mujeres que, si van a cambiar de anticonceptivo o suspenderlo visiten al dermatólogo antes, así preparamos ese cambio antes de que aparezca un brote de acné. Ahora, si el brote ya ocurrió, lo ideal es dejar una rutina adecuada para tratar estas lesiones, prevenir que la zona siga inflamándose, y por sobre todo, frenar el avance de ese acné. Para esto, se combina un tratamiento con antibióticos, cremas, y en algunos casos lo que ayuda mucho es el uso del láser Harmony, que promueve la formación de colágeno nuevo, trata manchas post inflamatorias, y mejora mucho el aspecto de la piel, porque algunas líneas de expresión se van, se limpian manchas y se trabaja en todo el rostro para dejar parejo el tono y textura de la piel. El tiempo que dure el tratamiento dependerá de cada caso, pero en general tiene muy buen pronóstico, por eso lo que más recomiendo es manejarlo en etapa temprana”.
María José ha visto resultados en algunas semanas de tratamiento: “Noté de inmediato el cambio, por eso recomiendo que quien pueda pedir ayuda a un dermatólogo, lo haga. Sé que no es fácil, en esta edad, sobre todo, en que si eres mamá tienes cien mil prioridades antes que tú misma, porque no es barato tratarse el acné. Te cuestionas porque dices “es un tema del físico”, igual empieza una lucha interna, sobre todo cuando sabes que hay gente que no puede pagar un tratamiento, que vive más justa económicamente, que derechamente no puede ocuparse de esto, porque sé que, si no te tratas, esto afectaría en la autoestima de forma mucho más profunda”.
En la última década, el acné en mujeres adultas de todo el mundo ha aumentado en 10%. Un estudio sobre el tema reveló que el 75% de las mujeres que padece acné después de los 30 años, se sienten avergonzadas o frustradas por esta enfermedad, lo que podría provocar ansiedad, depresión o aislamiento social.
Leave a Reply