Daniela Niklitschek, Académica Odontología, Universidad Andrés Bello
Hoy en día se sabe que la caries dental es la enfermedad bucal más prevalente, y la mayor causante de las pérdidas dentarias de la población en Chile, tanto de niños como adultos.
Halloween es una de las celebraciones más esperadas por nuestros niños, salir a pedir dulces por nuestro barrio con amigos y familiares, disfrazados de lo más espeluznante posible. Esta tradición, que cada vez tiene más fanáticos, trae como consecuencia la preocupación de los papás por la ingesta de una enorme cantidad de golosinas. No podemos pretender que los niños se midan con la cantidad y menos restringirlos en ese momento, pero hay algunas medidas que podemos tomar para evitar que este consumo de azúcar ataque sus dientes, ya sean “de leche” o permanentes.
En cuanto al momento ideal del consumo de dulces, lo mejor sería que se ofrezca durante las comidas, ya que es mejor disminuir la cantidad de veces en el día en que se ingiere azúcar que la cantidad de azúcar en sí. Podemos también elegir gomitas o chocolate en vez de los más pegajosos o duros como las calugas y pastillas. Especialmente para evitar el desalojo de los sellantes o restauraciones, así como los braquets y otros aparatos de ortodoncia en los más grandes. Estos dulces adhesivos además tienden a permanecer más tiempo sobre los dientes y cuesta removerlos con el cepillado habitual.
Debemos tener en cuenta que no solo los niños consumen dulces, y como adultos somos el ejemplo para ellos, por lo que no debemos olvidar el cepillado con pasta fluorada y el uso de seda dental posterior a esta ingesta.
Las caries dentales se inician cuando el ph de nuestra boca se vuelve ácido, y el azúcar y los carbohidratos en general son los responsables de esto, no solo los dulces.
En el caso de niños más grandes y adolescentes, la situación no es muy distinta, sobre todo porque pasan más tiempo fuera de la casa y se acuestan más tarde. Ahora hablamos de Halloween, pero puede tratarse de una noche de películas, juegos en línea o pijamadas.
En estos momentos es donde más tenemos que insistir en los cuidados, ya que no los cepillamos nosotros, pero sí somos los responsables de asegurarnos que lo hagan y crear hábitos para el resto de la vida. Poner énfasis en que se cepillen 3 veces al día, siempre con pastas fluoradas, evitar enjuagar la pasta luego del cepillado y si el dentista lo recomienda en su control, añadir enjuagues con flúor a la rutina diaria.
En conclusión, es una época para disfrutar y celebrar con nuestros niños, pero no podemos dejar el cuidado de la salud bucal solo a ellos. Es muy importante además mencionar las visitas periódicas a los controles dentales, para ojalá solo realizar tratamientos preventivos como sellantes, aplicación de barnices de flúor y evitar la aparición de caries.
Leave a Reply